viernes, 22 de enero de 2010

De Carlas Brunis y otras yerbas.






Me parece que me sorprende cuán relajado estoy en mi “barrio”. Nosotros para lavar ropa tenemos que dar una vuelta a la manzana, que no es realmente una manzana, y meternos en un hotel/residencia para estudiantes que se llama Empire. Una vez ahí subir al segundo piso, colocar las monedas de un dólar según corresponda y esperar. Lo bueno es que hay una plancha que se puede usar libremente en forma gratuita. Si algún día me decido a planchar las camisas no tendré que pagar un centavo, pero estoy tratando de imponer la moda acordeón en la ciudad. Les decía, me sorprende un poco la relajación que llevo en cima porque voy a lavar ropa por poco en calzoncillos. Yo soy un poquito exagerado pero sin bañarme, con los pelos revueltos, la cara de te mato si me hablás, los ojos hinchados y yo saliendo a la calle en – casi – el centro de Auckland.

La búsqueda de trabajo viene bien, la semana que viene tengo dos entrevistas y el lunes tengo que llamar para ver si me dan una tercera en un trabajo que realmente me gustaría mucho mucho tener. Es justo frente a casa y tiene actividades y beneficios convenientes. También me di una vuelta por Microsoft New Zealand antes de ayer y dejé mi currículum. Les expliqué que estuve trabajando unos cuantos años en un vendor de Latinoamérica y parece ser que les gustó el perfil pero me dijeron que me se mantendrán en contacto porque no hay demasiada actividad todavía como para andar tomando gente. De todas formas, no es el lugar donde adoraría trabajar. Prefiero el primero que les mencioné por varias razones pero obviaremos más detalles para evitar quemarlo.

En casa llevamos 24 horas sin internet. Es un poco desesperante porque usamos internet para todo. Las búsquedas de trabajo, la carga de fotos, la comunicación con Buenos Aires y otros puntos del mundo que nos son importantes. Cuando noté que la chiqui no respondía y que mis exploradores devolvían errores raros, tomé coraje para ir a hablar con Tere (la china que nos alquila el depto, recuerdan?). Teresita lo más pancha me dice: ah, a mí tampoco me funciona. Yo me quedé un poco intrigado pero bueno, después los chicos insistieron, intentamos desenchufar el router, resetearlo, bla bla bla, pero nada funcionó así que tendremos que esperar hasta el lunes para poder usar desde la comodidad de nuestras camas las bondades de la red.

Como estoy poco inspirado para escribir, me voy a limitar a cargar muchas fotos.

PD. Me divirtió poner un título que nada tiene que ver con el post. Jiji.

Como le digo a mamá siempre: si alguien les pregunta, díganle que le mando especiales saludos,

Alejo.

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