miércoles, 30 de diciembre de 2009

feliz año nuevo


Como somos personas muy adelantadas a nuestra generación, está noche estaremos celebrando con 16 horas de antelación las primeras horas de 2010. Todavía no tenemos muy en claro qué vamos a comer ni dónde vamos a pasar la tarde porque tenemos dos invitaciones diferentes de gente de acá y una tercera posibilidad de rechazar ambas.
Desde antes de viajar nos habían dicho que los fuegos artificiales de la Sky Tower eran espectaculares pero Martín ayer nos pinchó un poco el globo y nos dijo que bueno, son fuegos artificiales y ya. Supongo que esta noche lo decidiremos nosotros.
Las chicas inglesas que se hospedan en la misma habitación son super archi wachi copadas. Anoche antes de salir, mientras los chicos se estaban duchando subí con ellas al rooftop, la terracita en criollo, a tomar unas copas de vino blanco mientras admirábamos la ciudad. Una de ellas justo justo llegó a NZ vía argentina donde pasó casi dos meses recorriendo el norte, este y oeste. Dice estar enamorada de Buenos Aires y de la generosidad de los porteños. La talla de corpiño que tiene, los ojos celestes, el pelo rubio junto con los dientes perlados deben ser estímulo suficiente para que los porteños la hayan tratado MUY bien. El hecho de que no hable castellano también, para no entender a albañiles et alis.
Fede conoció a un pibe cuyo nombre no recuerdo muy bien pero que nos invitó anoche a tomar unas cosas por ser extranjeros y nuevos en la ciudad. Nos presentó a Jarred, su mejor amigo que es al igual que las inglesas, la recepcionista de nuestro hostel, las viejas del colectivo, el chino del banco, el chino de vodaphone y el indio del restaurante, copadísimo (tengo que buscar un sinónimo rápido). Nos preguntaron cuál era nuestra idea en NZ y nos dijeron que tratarán de ayudarnos en lo que puedan. Nosotros nos quedamos un poco perplejos pero Martín ya nos había advertido sobre la generosidad de los kiwis (locales) que roza un poco la ingenuidad.
Como yo me quiero quedar más de un año todos me dicen que opte por establecerme en Auckland. Mis otras dos posibilidades son Wellington y Christchurch pero todavía no las conozco como para decidir. Las opciones más fuertes, naturalmente son Auckland con Wellington por ser las dos ciudades más grandes del país. Eso las convierte en los puntos con más ofertas de empleo con posibilidades de que te hagan los papeles por más de un año. Yo tengo la visa de trabajo hasta el 27 de diciembre de 2010.
Esta tarde vamos a ir a la primera entrevista de laburo para tres posiciones administrativas en Ellerslie, un barrio a 20 minutos de donde vivimos. Es un poco trasmano para lo que la gente está acostumbrada en Auckland pero nosotros, después de viajar entre 40 minutos a 1 hora todos los días para ir al centro a estudiar o trabajar, nos matamos de risa.
La foto, de nuevo, es una incógnita lo que pondré porque estoy escribiendo este post en el hostel pero lo tendré que colgar una vez que llegue a la biblioteca. Seguramente suba alguna de las fotos que sacamos ayer en la playa de misión Bay. Soy un tarado por no haberles contado de eso pero es que los días se aprovechan tanto en estos lares que uno olvida muchísimas cosas en esto.

Les dejo un beso muy grande desde el futuro,
Alejo.

martes, 29 de diciembre de 2009

Las Ganas de Playa


Desde que llegamos hemos estado tan poco tiempo en el hostel que no tuvimos la posibilidad de realmente escribir y describir nuestras experiencias en esta ciudad. Tenemos tantas ganas de contar tantas cosas, desde pequeñísimos momentos en el avión hasta la gente que conocimos en los hostels o los consejos que nos fueron dando a lo largo del viaje.
Lo cierto es que nos fuimos de MT Eden finalmente y terminamos en Friendz, un hostel en Victoria St y Queens t, las dos calles principales de Auckland. Está muy bueno el hecho de no tener que tomar buses para ningún lado céntrico y poder caminar a las principales atracciones de la ciudad. La parte mala es que está llenísimo de argentinos, brasileños y uruguayos. Cuando llegamos al hostel después de una travesía digna de una novela con el equipaje en bus desde MT Eden hasta el centro y que nos hayamos cruzado con muchas personas que nos saludaban amablemente y nos preguntábamos de dónde éramos o hacia dónde partíamos, dimos con Ed, el recepcionista de la mañana que en pocos minutos nos llevará a tomar unas cervezas y unas pizzas por la módica suma de 00 dólares. Este chico mira nuestros pasaportes y nos dice “argentinos” el hostel tiene un 80% de ocupación de argentinos. Mi cara de culo fue mortal. Le dije un poco en chiste, un poco en serio, ‘I didn’t travel 13000 kms to be around argies’ (no viajé 13000 km para estar rodeado de argentinos). Nos sonrió y dijo ‘afortunadamente para ustedes van a dormir con ingleses en la habitación, entonces’.
El colmo fue el uruguayo “amigo” de Fede que nos cruzamos. No paró de tirarle bosta a la ciudad, diciendo que no tiene personalidad, que todo es igual, que la noche es horrible, que esto, lo otro, todo mal, todo peor. Tenía ganas de matarlo. Onda, ah, gracias flaco, sabías que vine para quedarme un año como mínimo y este es mi segundo día acá? Afortunadamente a los chicos tampoco les cae demasiado bien por lo que lo veremos nada o casi nada. Por otro lado, yo, que sí traigo contactos interesantes a nuestra vida, les presenté a Martín Loire a los chicos. Martín es un amigo de Ger W que vive en NZ hace tres años, está enamorado de la ciudad, del país, de la vida misma y emana esa simpatía copada que te da ganas de contagiarte. Esta tarde nos invitó a tomar cidra roja a un pub irlandés del centro, nos tiró miles de consejos en cuanto a lo laboral, la joda, la vida, la religión (¿?) y la driving license. Todos súper útiles. Sus viejos justo están de vacaciones en NZ por unos meses así que nos invitará a su casa en las próximas semanas para que se den el lujo de hablar en castellano con alguien más aparte de él.
Hoy abrimos la cuenta de banco en ANZ. Todos los empleados eran chinos y con muy muy buena onda. El chico que nos vendió el chip del celular también era chino, muy buena onda. La gente en la calle es china y buena onda. Los empleados de la comida rápida son de la india, sri Lanka o Pakistán. Realmente no se sabe dónde laburan los kiwis (neocelandeses) porque en el centro casi no se los ve. En el barrio donde vivíamos hasta ayer lo único que veías eran neocelandeses pero en el centro de la ciudad no hay ninguno. Igual todos son lo más copado que hay. Es sorprendente que si mirás a alguien a los ojos en la calle te sonríen y te dicen “g’day” o buen día en dialecto kiwi.
Por la insistencia de los chicos y bastantes ganas mías nos metimos a una inmobiliaria para tratar de averiguar si teníamos posibilidades de alquilar un depto entre los tres y que nos salga más barato que un hostel. Acá los deptos o flats se alquilan por semana en vez de por mes, entonces nos creíamos Gardel diciendo que a la semana nos mudábamos y todo más que bien PERO resulta que los neocelandeses no hicieron un país del primer mundo siendo estúpidos y nuestros sueños eran un poco eso, sueños. Para mudarnos a un depto necesitamos poner 1800 dólares locales. Si bien tenemos el dinero entre los tres, ni locos lo vamos a gastar antes de tener laburo.
Ayer conocimos a una recepcionista copadísima del hostel que también nos ayudó un montón. Estamos contando mucho con la bondad del universo y de la gente, como podrán ver. Lo bueno de esta chica es que si ella se va, nos puede recomendar a alguno de nosotros para reemplazarla en la recepción del hostel. Eso significaría estadía gratis y unos mangos arriba. En estos momentos en cuando agradezco haber laburado en che lulú.

Una aclaración final: este post está escrito en dos días distintos, sepan entender que tenemos que venirnos hasta la biblioteca para no pagar internet y es más cómodo escribir los posts desde el hostel en nuestras chiquis. No tengo idea todavía de qué foto voy a subir pero seguro será en Auckland, ja.
Un abrazo a tutti.

lunes, 28 de diciembre de 2009

"Pollo o Pasta"


La verdad, la verdad, no podría quejarme del viaje. Fue espectacular, el avión no se movió ni un poquito, llegamos bastante bien, nos pasaron 4 películas bastante buenas, etc. Pero uno es en el fondo argentino y no hay frutilla que te venga bien, entonces: las azafatas, mayorcitas, eran lo más amargo que se podría haber contratado, tenían el peor inglés del universo y contestaban para el culo. El vuelo se retrasó casi una hora de la hora en la que nos habían dicho que se había retrasado cuando hicimos el check in del equipaje y la comida estaba horrible. Una de las cosas más buenas fue saber que ya estábamos sobre la isla norte. La vista era indescriptible, se sentía bastante mágico, ver la costa inmensa, todos los volcanes, las colinas que de a poco se iban acercando, de pronto, podíamos ver uno u otro auto, yendo al revés en nuestro orden mental y yanqui de las cosas.
Una vez bajados del avión, seguimos al malón de argentinos, uruguayos y brasileños hasta las oficinas de bioseguridad del aeropuerto internacional de Auckland. Es increíble, como son una isla que está tan aislada del mundo, tienen que tener muchísimo cuidado con lo que dejan entrar al país, para no arruinar el ecosistema tan frágil. Particularmente por las especies animales autóctonas que no tienen depredadores y, por lo tanto, no están preparadas biológicamente para defenderse ni tienen un número importante. Esto se traduce esencialmente en que casi no podés traer nada animal ni vegetal al país. Hasta te joden si tenés tierra en los zapatos. Después les voy a contar cuando me acuerde lo que nos pasó porque pensaron que Fede justamente tenía botas de caminata que está prohibido traer. Les decía, llegamos y todos nos sonreían en el aeropuerto. Un cambio rotundo de la cara de culo de las aeromozas de aerolíneas. Nos saludaban, decían buen día, bienvenidos y nosotros perplejos. Querrán una moneda? Pensábamos, pero no, parece que son super copados gratis. Eso está muy bueno.
Una vez llegados a la oficina de migraciones, nos pidieron las tarjetitas de declaración de identidad y propósito de la visita y sin pedirnos ni el seguro médico ni la plata que tenemos que demostrar que tenemos para mantenernos hasta que consigamos un trabajo, nos sellaron los pasaportes, nos dieron la bienvenida al país y nos mostraron la salida del aeropuerto. Un placer.
Estos fulanos no tienen idea de lo que es un baño público. Todos limpitos, una mariconada. Ni un grafiti, ni un sorete viejo. Qué vida…
Tengo muchísimas cosas para contar pero el wifi gratis no me va a durar mucho por lo que les listo un par de cosas que hicimos y comentaré mejor, con más tiempo, a la brevedad:
Conocimos a un uruguayo que me cae mal pero que si lee este blog, es un chiste…
Dimos muchas vueltas por la ciudad.
Nos enteramos que está lleno de argentinos ilegales este año que aunque no consiguieron la visa que tenemos nosotros se vinieron igual, veremos cómo les va…
Llegamos a MT eden, el barrio en el que vivimos, nos encantó pero mañana lo vamos a dejar por el más práctico down town de Auckland. No queremos viajar en bondi ni pagar nz$1.60 el viaje.

En la foto estamos nosotros en la misma posición que tenemos en la foto de rosario pero está vez, al otro lado del mundo. Jijiji, es muy loco poder escribir eso.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Los últimos días en la reina del plata.


Yo siempre publico un poco a destiempo de lo que escribo. Me tomo mi tiempo para que los garabatos mentales se vuelvan legibles en mi cabeza, después, les doy una vuelta al lavarropas, los dejo secarse para sin más escupirlos en la chiqui. La chiqui vendría a ser mi laptop, compañera incondicional de estas nuevas aventuras y testigo silencioso de todas las veces que intento que mis párrafos tengan sentido. Este tercer post, por ejemplo, comenzó el sábado pasado en la terraza de mi casa. Llegué de bailar, quizá un poco ebrio, quizá no, me hice un café con leche, me puse los lentes de sol y subí a la terraza a empezar a escribir. Como imaginarán cuál es el quizá verdadero un sábado a la mañana con la inspiración de escribir en la terraza de mi casa, no pude usar muchas de las cosas que había escrito.
Lo cierto es que tengo una anotación que dice “sentimientos encontrados, hablar de eso”. Porque muchas veces tengo bloqueos pero sé que se me habían ocurrido cosas geniales o graciosas pero no tan geniales que ponerles sobre un tema en particular. Los sentimientos encontrados de estar a una semana de irme, que todo el mundo tenga ganas de verme, de hablar conmigo, de hacerme sentir que soy un poquito menos anónimo de lo que todos somos siempre. Ser completamente feliz por estar cumpliendo el sueñito adolescente de irme a la mierda y encima a un país tan copado. Pero querer llevarme a tanta gente en la valija. Por lo menos a un puñado para compartir esos primeros días. Esas cosas geniales, los códigos que se generan en todo viaje, como cuando con mi hermana decimos “vidrios” o con mis amigos decimos “agradabli” (cada uno sabrá por qué). El sentirme un poquito porquería por dejar a mi sobrina, que objetivamente es la nena más linda, inteligente y simpática del mundo con la excepción de tu sobrina o tu hija o tu mamá o tu abuela que también debe andar bastante bien en esos atributos.
Se me hace insoportable seguir escuchando consejos sobre el viaje pero tan insoportable como no aceptarlos con una sonrisa, porque sé que todos los dicen de buena onda. Aunque 500 veces me dijeron lo mismo, a veces, hasta las mismas personas. Y sí, ya tengo seguro, y sí, sé armar un currículum en inglés, ya pedí la carta de recomendación, ya apostillé mis documentos, ya hice pis antes de salir.
Esta semana también tuve el agrado de cruzarme con doña Burocracia Argentina. Una de mis íntimas. No sé si no somos parientes porque definitivamente trato más con ella que con mi propia madre a veces. Esta semana me la crucé en el ministerio del interior, en la casa del chaco, hace unos días en el Re.Na.Per no sin antes ir a tomar un café con ella en el registro civil de varias localidades. La amo. Espero igual que se haya ido para la costa, porque charla mucho y tengo todavía que ir a cancillería, unos bancos y cerrar unos servicios. Muchos me dicen que el tema de los servicios por ser privados, Buro no se mete pero están terriblemente equivocados. Buro se mete y es accionista en varias empresas. El problema no es cuando uno quiere amablemente firmar un contrato esclavo con la empresa que, ponele, te da una línea de teléfono celular, el tema es cuando la querés dar de baja. Para comprar hasta lo puede hacer un incapaz por vos (véase código civil) pero para dar el servicio de baja tenés que ir con 65 testigos todos de 21 años, mellizos, tres escribanos, la firma consentida de tu tatarabuelo que si no era argentino ya listo, no podés dar de baja el servicio.
En la foto estoy con mi primita y mi hermana tomando vaya-uno-a-saber-que lo cual no recuerdo exactamente si era o muy rico o un asco. La pasamos bien esa noche. No veía a mi prima hacía ocho años y decidieron – ella con otra amiga argentina que vive en su misma ciudad- retarnos a mi hermana al metegol. Yo soy un queso pero mi hermana es campeona nacional. Demás está decir por cuánto ganamos.

martes, 8 de diciembre de 2009

El "te voy a extrañar"


Últimamente encuentro muchas similitudes con la reacción de la gente frente a la noticia de una enfermedad terminal y un viaje largo. Un grupo considerable de personas no para de preguntarme a quién voy a extrañar, cuánto voy a extrañar y cómo voy a hacer para estar taaaaaaaaaan lejos de todos. También me miran con cara de perrito mojado cagado de hambre para pedirme que no me vaya o que vuelva en un año.
La buena noticia primero, es que no me voy a morir -salvo que se caiga el avión- y que estamos en el siglo XXI, con un nivel de conectividad casi absoluto. Todos mis amigos y toda mi familia tienen acceso a internet, skype, este blog, facebook y toda la bola, por lo que las distancias no son las mismas que hace 20 años.
Otra cosa a tener en cuenta es que nadie me puso un revólver en la cabeza y me obligará a pagar lo que estoy pagando para irme. No, es una elección que hice hace muchísimo tiempo pero recién ahora puedo cumplir. Es la concreción de una especie de sueño, se podría decir. Pero a buena parte de mis amistades les interesa mucho que yo me olvide de la felicidad que tengo por la concreción de ese sueño para que me empiece a poner melancólico mientras todavía esté en Buenos Aires. Esta vendría a ser la cagada a pedos generalizada por esas caras y esos planteos.
Volviendo al fin del blog, tengo que contar lo que hice últimamente: bueno, casi nada, realmente. Es maravilloso estar gradualmente cada día más al pedo. Fui a visitar tres veces a mi sobrina esta semana, llegó mi papá, visité amigos, fui a un par de fiestas. Cada tanto me despierto y le resto un día al conteo final. Es medio loco pensar que en 20 días me voy. No caigo todavía, creo. De pronto me lleno de ansiedad, pienso en todas las cosas que todavía tengo que hacer, después me acuerdo que algunas se tienen que hacer más adelante, me pongo nervioso, me vuelvo a calmar. Un loco de mierda, para resumirlo.
Lo bueno también es que estoy en una especie de etapa New Age, que mis amigos y compañeros de viaje detestan un poco pero que a mí me sirvió para dejar de fumar, no engordar y prepararme para la playa (wachi pancita chata voy a tener). Esta etapa New Age no viene sola, como casi todas las cosas que me hacen bien o creo que me hacen bien me gusta compartirlas con el resto del mundo, entonces, todo el día estoy repitiendo frases “iluminadas” como: ‘vos sos dueño de tus sentimientos y los podés cambiar si tenés ganas’; ‘sos tu mejor enemigo o tu mejor amigo, depende de vos’; ‘si lo hizo otra persona, también lo podés hacer vos’; etc. Con mis compañeros de viaje estoy a tres repeticiones de una trompada pero tengo las esperanzas de que les lleguen al corazón y las adopten como propias.
Lo malo del newagesismo que adopté y el haber dejado de fumar es que, como todo converso, soy un reverendo hincha pelotas. Ahora toso si alguien a menos de 300 metros prende un cigarrillo, o si hablan en forma negativa de sus planes o de las cosas. Realmente me saca pero por el mismo newagesismo que promuevo tengo que dejarlo pasar y sonreír. Sonreír mucho.
En la foto los tres viajeros. Que yo sea el único que salió relativamente bien en la foto no es casualidad. Después de todo, es MI blog, ¿no?

martes, 1 de diciembre de 2009

La presentación


Creo que tengo pensado este blog desde octubre. Tiene que haber sido octubre porque en ese mes Fede, uno de mis compañeros de viaje, me dijo que iba a abrir un blog y supe con toda certeza que iba a copiarme su idea. Bueno, tampoco le demos tanto crédito, lo de “SU” idea es también una forma de decirlo. Supongo que a él le habrán dado ganas de copiarse de los argentinos en cebra que anduvieron en 2009 recorriendo Nueva Zelanda.
Para empezar, me llamo Alejandro pero sólo la gente que no me conoce o me odia me llama de esa manera. Para la gran mayoría de las personas soy Alejo. Algunos lo aceptan sin mas, otros, objetan que “Alejo es un nombre distinto” (léase con voz de vieja tarúpida con grandes problemas en sus cuerdas vocales). Para los indecisos, generalmente es Ale, Alej, Aleio, Alejijou, Alejito, Che vos, Bolú(me irrita particularmente), Boló, Fufú y mejor lo dejamos ahí.
Para seguir, me voy a Aotearoa (Nueva Zelanda) por al menos un año. A ser extranjero, joven y viajero por el tiempo que dicte mi conciencia y lo permita la NZ immigration office. Un aspecto no menor de esto es que me voy acompañado, como podrán haber percibido en los párrafos anteriores. Pues, sí, me voy con El gran Fede y el gran Fabio; dos de mis mejores amigos. Los tres esperamos seguir siéndolo luego de la convivencia. Por lo pronto estoy haciendo mucha relajación y repasando mentalmente situaciones posibles.
La idea del viaje comenzó a gestarse el año pasado. Al día de hoy, eso vendría a ser 2008, luego de haber visto por internet la opción de ir a trabajar a NZ por un año y de que absolutamente todo el mundo occidental tuviese un amigo, conocido, primo, hermano de la cuñada del kiosquero de la esquina de la casa de su tía que tuvo la experiencia y fue maravillosa, se llenó de plata, su potencia sexual aumentó, le creció más pelo si era pelado, se le cayó si era peludo, tuvo hijos preciosos y no paró de comer perdices hasta la extinción de la especie misma. Bueno, como no soy tonto y entendí que todas esas cosas, si le pasaron al tío, primo, verdulero, hijo de la hermana del cuñado del tío de un tal Lucas o Agustín, no podía ser de otra manera para mí. Entonces, luego de 5 años de facultad, me recibí, en mi trabajo me mandaron de viaje, mis viejos me ayudaron para que con mi hermana me vaya también de viaje a otros lares; le tomé el gustito a Ezeiza, insistí a dos de mis amigos también recibidos – los antes mencionados Fabio y Fede- que me acompañen hasta que finalmente cedieron.
Un día, ya decididos, empezamos a buscar empresa mediante la cual viajar. Como es necesaria una visa, yo soy partidario de pagarle a alguien que sepa lidiar con la embajada correspondiente para que te salga y no termines pagando vaya uno a saber cuántos dólares por un pasaje y un seguro que luego corrés el riesgo de utilizar como papel higiénico de lujo. Es por eso que llegamos con nuestra querida Silvia quien no sólo nos vendió el pasaje y el seguro, sino también iba a encargarse de lidiar con todas las cosas relacionadas con la embajada, el immigration office, la reina de Inglaterra y vaya uno a saber qué más. La gran sorpresa estuvo cuando nos dijeron “ups, van a tener que aplicar ustedes porque cambiaron las normas para este año”. Nos dieron videos instructivos para saber exactamente qué hacer en el sitio donde deberíamos cargar la aplicación como también pagarla; no sin antes advertirnos que había 1800 postulantes para sólo 1000 lugares y que el sitio de postulaciones andaría mal todo el bendito día de la postulación por la cantidad de usuarios en el servidor.
Imaginen la desesperación de saber que, luego de haber avisado en nuestros respectivos trabajos que íbamos a renunciar, de haber pagado un pasaje con un seguro de 12 meses para un país que quizá nunca hubiésemos visitado de no ser por este programa específico, era posible que nos quedemos sin visa. Afortunadamente, Silvia trabajó mucho con la agencia (se los reconozco) para que todos tengamos la posibilidad de aplicar al mismo tiempo en una oficina con acceso a internet de alta velocidad.
Esa mañana fue la peor mañana en muchísimos años. Yo había dejado de fumar hacía poco más de dos meses y tenía enfrente una página web que funcionaba peor que la línea C del subte. No iba para atrás ni para adelante. Otras personas ya habían podido ingresar su aplicación luego de una hora mientras yo, el pobre infeliz, estaba sudando hacía 4 horas sin poder siquiera avanzar un paso (son 5 pasos los de la aplicación online). Finalmente todo pasó, dejamos de insultar a la familia de Silvia, quien nos había prometido una visa segura y con mucha felicidad recibimos la bienvenida provisoria a lo que será nuestro país en 2010. La foto es la bandera de NZ con un paisaje un toque photoshopeado.