martes, 27 de abril de 2010

Una tal, madmoiselle Román-Fernández



Su llegada fue prolija, un domingo. Como no podía ser de otra manera, se aseguró nacer el fin de semana para que no tengamos ninguna excusa y la fuéramos a conocer de inmediato. Nació en dos pujos, sanísima y alegre. Tan deseada se sabía que a las pocas horas nos dio su primer sonrisa. Eligió ser nena para dejarnos a todos contentos (nadie quería que le pusieran Teo si era varón, salvo sus papis). Tan a tiempo que hasta llegó después de que la tía ya había terminado su tratamiento de ortodoncia, pudiendo sonreír para las fotos.

Todavía tengo muy presente la primera vez que la vi. Yo siempre pensé que los bebés recién nacidos son unas criaturas horrendas. Es más, trato de no ver las fotos de los recién nacidos para no tener que mentir; porque por más fiero que sea el hijo/a, sobrino/a, nieto/a de la persona que te muestra una foto de un bebé, la respuesta obligada e instantánea tiene que ser ¡pero qué lindo bebé! Con Mora no hizo falta. Ojo, no es porque sea mi sobrina pero era preciosa, con la cabecita perfecta y la firma de su abuela paterna en el dedo gordo del pie, para que sepamos que es nuestra. Me quedé completamente mudo mirándola por un buen rato.

Al subir al restaurant del Otamendi para almorzar con mamá y mis hermanos, no podía dejar de mirar a Max mientras pensaba “wow, mi hermano es papá de alguien”. A su vez, ya teníamos oficialmente a alguien que nos mande al geriátrico cuando nos caguemos encima a los 143 años (yo tengo fé en la ciencia y soy agnóstico, así que me quiero quedar un buen rato). Dicen por ahí que uno se pone contento porque sus genes se aseguran en el tiempo cuando nace la nueva generación de la familia, quizá sea cierto. Yo tiendo a pensar que Mora es mágica a pesar de tener nuestros genes y eso la hace aún más especial.

Desde que nació nos acostumbramos a los desinfectantes en Gel, gracias a lo anales que son Max y Vir con su tesorito, todo bastante antes de la gripe porcina. Incluso desde que me enteré del embarazo tengo la fantasía de llevarla al zoológico en una mezcla de deseos que incluyen las ganas de que la pase bien pero también poder fanfarronearla en público, como corresponde.

Hoy (o ayer, para mi huso horario) 27 de abril de 2010 esta mujer en desarrollo cumple dos años. Con lo trillado que suena ¡cómo pasa el tiempo! Debería escribirle una carta para que la abra a sus dieciocho años en donde le doy muchísimos consejos sobre la vida, le comento cuanto la desearon sus papás, cómo era su vida a los 2 años, cómo era su familia pero lo más probable es que me mire con enfática cara de culo si le doy eso como regalo de cumpleaños. Además, los únicos consejos que le podría dar son que use Head&Shoulders si tiene caspa, que estudie inglés y que lea Desiderata pensando que lo escribí yo.

Lo más importante lo tiene. Esto es amor incondicional de toda su familia y una buena conexión a internet. El amor incondicional de todos nosotros le va a dar las herramientas para ser lo que se le cante mientras que internet le servirá para escaparse de ese amor incondicional cuando se torne insoportable.

Espero que me perdone haberme perdido sus dos cumpleaños. Sabrá entender que tenemos muchos por compartir o, incluso si me quedo acá, la posibilidad de amenazar a sus padres con “irse al otro lado del mundo” una vez adolecida y rebelde. Quién sabe, quizá tenga la opción muy pronto.

Como sea, el próximo es un mensaje sólo para ella así que no pueden leer: Mori, te quiero mucho mucho. Pasala bien y feliz cumpleaños.

Tu único tío,

Ale (el de la foto).

jueves, 22 de abril de 2010

La decisión.


Bueno, ya me he decidido. Me parece prudente haber tomado una decisión y ser completamente responsable de las consecuencias que acarree dicha elección: voy a comprarme el helado de chocolate en vez del de vainilla. Uff, eso fue duro, pero creo que voy a ser feliz. Con respecto al trabajo y las opciones que tengo, sigo completamente clueless.
Hoy me fui con Callum a Piha (sí, se lee como les parece) y Karekare que son las playas del oeste de Auckland. Como estoy al pedo todo el día, me puedo dar estos lujos. Comimos fish and chips mientras mirábamos la playa ya desierta porque empieza a hacer frío por estos lares también. Cada tanto se veía a un valiente surfista prácticamente en pelotas haciéndose el langa con la tablita, eso me daba frío. Luego con el auto seguimos viaje hasta Karekare, una de las locaciones de la película “The Piano” o en castellano “La lección de Piano”, la película no la ví pero el lugar es paradisíaco, con arena oscura por los volcanes de la zona (Auckland, como les dije en otra oportunidad es un campo de volcanes, si alguno entra en erupción, cagamos fuego, casi literalmente).
Cuando volví a casa tenía 4 mensajes en mi correo de voz de dos empleadores distintos. Tengo una entrevista mañana a las 12:00 para trabajar en Vodafone y el Lunes a las 9:30 para discutir las posibilidades con el Banco. Hoy estuve explicando exactamente cuáles son las limitaciones de mi visa a la manager de Recursos Humanos, para que entiendan por qué la necesidad de cambiar de status si me quieren un tiempo más, entre otros etcéteras. Los chotos del Hilton no me llamaron pero estas posiciones me pagan considerablemente más así que el que ríe último soy yo (In your face, Paris).
Este viernes voy a salir con Callum y sus amigos, uno de ellos trabaja en una empresa que está tomando gente pero me dio el pulgar bajo por la fucking visa que tengo con sus limitaciones de tiempo; entonces, tengo que ir el viernes para que pueda explicarle bien la situación, vea cuán responsable soy y cuánto me necesitan, lo que uno normalmente hace un viernes a la noche entre cerveza y cerveza.
A la tarde me di una vuelta por la casa de Robbie que está haciendo una maqueta para la facultad (estudie arquitectura) y necesitaba a alguien que le de charla para no quedarse dormido. Mientras me felicitaba a mí mismo por no haber elegido esa carrera del demonio, webeaba en su compu mirando películas, comimos butter chicken curry y me vine para casa a tratar de dormir temprano para estar fresquito mañana. Acá son las 12:30 de la noche en este momento, así que estoy de algún modo haciendo caso omiso a mis propios planes pero bueno, de todas formas la entrevista es al mediodía.
Se viene la mudanza pronto por la venta del edifico en donde vivo, me mudo a Eden Terrace o Terraza del Edén, se llama así porque está antes de Mount Eden. El edificio nuevo es más lindo pero un poquito más alejado del centro, lo que no me convence demasiado. Tengo una semana para probar cómo me va levantándome 20 minutos antes, caminar 15 cuadras hasta el borde de la ciudad y tomarme un bondi hasta alguno de mis futuros trabajos.
Estoy poco inspirado para escribir hoy así que los dejo con esta información.

Abrazos,

Alejo.

sábado, 17 de abril de 2010

Happy Time.


Me levante esta preciosa mañana de domingo para descubrir que me había quedado dormido, perdiendo mi pasaje a Napier. Respiré hondo, tomé mi valija, y salí rumbo a la terminal para analizar mis opciones. Como el pasaje tenía dos tramos (Auckland- Taupo. Taupo- Napier) pensé que sería lógico que me cancelen el segundo tramo, me devuelvan parte de la plata y con eso me pueda comprar un pasaje a Napier más tarde. Era lo lógico. No contaba con lo ilógico que puede ser el pacífico sur en algunas oportunidades: no me cancelaron el pasaje y tampoco había pasajes para hoy a Napier. Lo máximo que podía hacer por mí la adolescente gorda que me atendió – con tanta experiencia en atención al cliente como yo en el manejo de actores rusos del siglo 19- era darme el número de un call centre para que yo me queje con alguien más. Pobre, se ve que mi cara demostraba mi mal humor porque la chica estaba notoriamente asustada con cuál podía ser mi reacción ante el no de la empresa. Fue a buscar a su supervisora 3 veces para ver si podían hacer algo. Yo, con cara de poquísimos amigos pero un tono de voz relajado y las palabras justas, le dije: mi pasaje dice que se puede cancelar dos horas antes y tengo derecho al 100% de lo que pagué; faltan más de dos horas para abordar el segundo tramo de mi viaje, quiero mi dinero, gracias.

Después de intentarlo todo y de la negativa de la empresa, la imposibilidad de comprar otro pasaje para el mismo día, decidí quedarme en mi queridísima Auckland. Tres kilos de yerba mate que me costaron a razón de 7.5 dólares el paquete, para hacerme un enema con ellos. No me gusta el mate, jamás me gustó, no entiendo cómo alguien podría gastar semejante cantidad de plata para un té que tiene gusto a pasto (sí, yo sé el sabor que tiene el pasto, no pregunten); pero mis amigos me lo pidieron especialmente, les tocará venir a buscarlos a la ciudad.

Entonces, les decía, la re putísima madre que lo re mil parió, la re concha de la más trola lora que el mundo conoció. Me cago en sus dioses, sus ancestros, Cristina Fernández de Kirchner, todos los santos, la hostia, la circuncisión, Israel, el Islam, Mahoma, el pelotudo de Marley y sus programas chotos que te muestran un país de mierda en 30 minutos con alguna celebridad mersa y la única gracia es cuando se confunden y ríen como hienas oligofrénicas. Y eso…

Ahora estoy tratando de irme a un lugar feliz en mi mente. De pronto, pienso en trocadero, en París, luego estoy caminando por las calles que rodean Tirso de Molina, estoy en un barquito recorriendo el Spree y la imagen de la gorda diciendo “I´m sorry, there is nothing I can do” se me mete en el barquito. Que la deporten. París de nuevo, la torre, los jardines, el parque Luxemburgo, la Gorda otra vez.

Todo es para mejor, seguramente ahora me ofrecen el mejor trabajo del mundo en Auckland, o me gano la lotería. Yo soy de esas personas que tienen mucha suerte, si algo como esto me sucede es porque algo maravilloso está en camino. Así que una última puteada a la empresa de mierda que me vendió ese pasaje del orto, a mi celular y, por qué no, también a Cristina Kirchner que bien se lo merece, y a continuar con mi vida. Cris, empresa, pasaje, celular que no me despertó: los veré en el infierno.

Es un post descarga pero ya estoy bien, todo es para mejor, como les dije antes. El día es precioso y pienso aprovecharlo. Quién quiere pasar 8 horas en un bondi, de todas formas.

Pido disculpas si ofendí a alguien con mis comentarios, no fue mi intención molestar (pero nadie los obliga a leerme).

Les mando un gran saludo,

Alejo.

martes, 13 de abril de 2010

Confesiones de un Lambfucker


Tengo algo para confesar. Ayer estuve tomando un café con Allan, un amigo escocés que es profesor en NZ. Hablamos sobre la Europa de hoy, el multiculturalismo, inclusive usamos un poquito de alemán porque él vivió dos años en Austria pero, al volver a casa, puse una canción de Gilda para bailar desesperado al ritmo tropical.

Le contaba a Ger en un mail: mucha UADE, mucho idioma, mucho mundo (con los chicos fantaseamos con ser los exiliados del Kirchnerismo) pero al final del día es difícil sacar el chaco del chaqueño; mucho más que sacar al chaqueño del Chaco. No me gusta particularmente la cumbia, de hecho me molesta pero encontré la canción entre la carpeta de música que le robé a Fede y no me pude resistir, me reía solo mientras bailaba en mi cuarto, con la luz apagada, mi cara iluminada por la computadora… se me ha perdido un corazón… quién les dice, en un par de meses quizá empiece a mirar a Tinelli por internet.

Ayer fui a Aerolineas para cambiar la fecha de regreso pero me mandaron a STA travel. Fui y la señora que me atendió, Chiara, una italiana, me dijo que ya no había fechas disponibles para diciembre. Sólo me pudo reservar el 17 de noviembre por unos días mientras decido qué hacer. El pasaje one way a Buenos Aires lo están fajando a 1200 dólares. Con esa plata puedo vivir un mes en Tailandia como un rey. No me quedó otra que salir de la agencia soltando una catarata de puteadas a Silvia Sokal (mi agente de viajes en Buenos Aires) Silvia compadre… No es menor el detalle, que para cambiar la fecha al 17 de noviembre, que no me sirve porque no voy a volver tan pronto al país, tengo que pagar 85 dólares; aunque Silvita me había dicho que tenía un cambio gratis cuando compré el pasaje en junio del año pasado. A Fede se le ocurrió una gran idea, si no me quedo por 30 meses, es decir, si le digo que no al banco, una vez vencida mi visa me puedo ir a recorrer el mundo para volver a Buenos Aires cuando sea temporada baja, ergo, los pasajes estén a mejor precio. We´ll see.

Hoy es un día espectacular, con la temperatura justa, un sol robusto pero no tanto como para ir a la playa. Estaba pensando en darme una vuelta por Waiheke Island ya que todavía no fui y es uno de los puntos turísticos de Auckland. Todavía me sorprende por qué tantos backpackers odian Auckland. Recuerdo todavía cómo me decían “salí de esa ciudad del demonio, el resto de NZ es mucho mejor”. Para ser honesto es vergonzoso lo poco que recorrí del país pero Coromandel y Goat Island tienen los mismos paisajes que la ciudad sin las comodidades de tener todo lo que una gran ciudad ofrece, borrachos y testigos de Jehová inclusive. Estos últimos me enseñaron cosas que yo no sabía, por ejemplo, si una persona vive en una montaña alejada de la sociedad como la conocemos y lo único que hace día tras día de su vida es comer, dormir y meditar, sin dañar a otra persona, sin tener pensamientos “pecaminosos” pero sin aceptar a Jesús como su salvador, esa persona se va a ir al infierno. Porque Jesús es amor pero es terriblemente egocéntrico y a pesar de no haber dejado registro escrito de su mensaje, hay un libro que escribieron otras personas, con mil quinientas contradicciones, cuya primera mitad sólo habla de los hijos de Israel, en el que todos tenemos que creer porque sino nos vamos al infierno y el infierno es muy malo porque es muerte eterna al contrario de la vida eterna que hay en el cielo. Qué significa muerte eterna no tengo idea (pero es malo porque hay azufre y fuego y cuernos, es como estar en Rotorúa y no poder escapar al olor a pedo de los géiseres; aunque después de un tiempo uno se acostumbraría al olor, supongo). Una de las cosas qué no me cierran es que un suicida (él murió a propósito por nosotros) con un fetiche especial que incluye repartir su carne y su sangre entre todos sus seguidores (asco) vea mal el suicidio y la eutanasia. En fin, yo me quedo con mi dios el Limón, que sabe mejor con la comida que una hostia y no te pide rituales especiales.

La semana que viene casi seguro me voy a visitar a los chicos. Nos veremos finalmente después de dos meses de separación, a pesar de las muchas horas de conversaciones telefónicas gratuitas, es lindo volver a verlos y, de paso, conocer la capital mundial del Art Decó, Napier, New Zealand.

Les dejo un beso esquimal,

Vuesto Alejijou.

sábado, 10 de abril de 2010

What to do.


Es el segundo intento de escribir el post porque el primero me quedó demasiado violento. Mis múltiples personalidades y yo no queremos dar una mala impresión a los lectores. Sobre todo al ser la palabra escrita a veces un poco más fuerte, faltándole tonalidad y expresión facial, me temo que mucha gente lo habría tomado mal. Ahora seguro quieren saber qué había puesto, pero tendrán que seguir leyendo e imaginar la misma historia con una pisca de pimienta o palabras más fuertes seguidas de párrafos autocensurados que borré por completo.

El viernes fue un muy buen día. Me levanté a las 6:30 de la mañana, como de costumbre, me bañé, cociné mi almuerzo que cuidadosamente coloqué en los tuppers. Me puse mis gafas y emprendí mi caminata hacia la oficina para darme cuenta 400 metros más tarde que la tarjeta de entrada al edificio se había quedado dormida en mi habitación, olvidando saltar con su lazo alrededor de mi cuello. No me hubiese preocupado si no porque el viernes era mi último día en Westpac y, como tal, tenía que entregar la tarjeta de identificación al salir de la oficina. Tuve que correr hasta casa de nuevo para luego tomarme un bondi por lo ajustado que estaba de tiempo.

El día pasó un poco más lento que de costumbre, supongo yo por la ansiedad de saber que todos los señores clientes de kiwisaver no tendrían que lidiar conmigo para cambiar sus tasas de impuestos, lo que me hacía más feliz a mí que a ellos, estoy convencido. No obstante la desesperante lentitud de las agujas del reloj, llegaron las 3 de la tarde con una sorpresa inusual: mi Manager, Kate Burrows, tomó una silla y se sentó en mi escritorio. Yo supuse que para desearme una buena vida fuera de la órbita del banco porque es lo que se tiene que hacer cuando alguien se va. La señora comenzó la conversación diciendo “Sé que no te postulaste para ninguna de las posiciones permanentes que tenemos y no te voy a presionar para que lo hagas”. Bien, pensé, tener a mi manager sentada al lado hablándome directamente cara a cara puede tomarse como cierta presión inclusive teniendo en cuenta lo que dicen algunos psicólogos sobre las frases que comienzan con No pero veamos qué tiene para decirme. Ella prosiguió “Me encantaría que formes parte permanente del equipo de inversiones y seguros”. Las posiciones que habían ofrecido anteriormente eran para tarjetas de crédito con horarios complicados los fines de semana. Yo, con mis grandes ojos marrones caca, la más naife de las expresiones, el más humilde de los tonos, en definitiva un lenguaje corporal que gritaba pobre de mí, le contesté “A pesar de lo mucho que me gustaría quedarme, mi visa me limita a trabajar por 3 meses con un mismo empleador” a lo que Kate respondió rápidamente “Nosotros te podemos hacer un sponsorship para que cambies de status a una visa de trabajo y la residencia”.

No pude disimular la sonrisa. Caminé sonriendo a casa, llamé a los chicos para contarles la novedad, hablé con Robbie para contarle la novedad, me fui hasta Newmarket caminando para hablar con otro amigo y contarle la novedad, Flavio pasó por casa más tarde y de lo único que hablamos fue del tema. ¿Qué significa? que me tendría que quedar en el banco por dos años pero que esencialmente tendría luz verde para radicarme definitivamente en NZ; trabajando para el mejor equipo que hay (en nuestra línea de negocio), de lunes a viernes de 9 a 5 con; un incremento de mi sueldo. Como empleado del banco no tendría que pagar gastos administrativos en mi cuenta entre otros beneficios entre los que se listan cosas tan interesantes como facilidades para acceder a un préstamo hipotecario que me permitiría en 5 años comprarme un pequeño departamento en el centro de Auckland.

Todo muy interesante pero sigo sin estar convencido. Me parece que tres meses y medio no son la suficiente cantidad de tiempo como para hacer el assessment necesario a la ciudad. A ver, me gusta mucho más Auckland que Buenos Aires por una cantidad de cosas importantes, sé que no quiero volver a la Argentina por otro año pero al mismo tiempo no quiero estar atrapado en una empresa solamente porque me permita vivir acá (haciendo un trabajo que no necesariamente me gusta). No deja de ser un tremendo halago que en mi primer trabajo haya pasado esto, me da muchas esperanzas sobre lo que puedo conseguir en un tiempo más, en un trabajo que realmente me guste pero también tengo el grillito pesimista que me dice al oído lento pero constante “qué pasa si les decís que no pero ninguna otra empresa te da esta posibilidad”. Aún así tengo otras posibilidades. Por lo pronto, además, tengo una entrevista en Southern Cross, una aseguradora que me quiere por 6 meses a través de Madison Recruitment.

Hay otras cosillas en la cabeza, como el viaje alrededor del país, la visita de mi hermana, qué hacer con el boleto de regreso pero cada una de estas cosas están cuidadosamente pensadas, lo que tengo que hacer es tomar una decisión. Sé que probablemente este post va a resultar en una catarata de “yo que vos…” a pesar de que no esté realmente pidiendo consejos. Entiendo que para algunos es más fuerte el darlos que simplemente no hacerlo porque es una condición humana; por mi parte trataré de ignorarlos con una delicadeza tal que no sea insultante ni obvia.

Un abrazo,

Alejín.

martes, 6 de abril de 2010

Somos Más!


Sí, para todos los memoriosos, el título del post es una referencia a la campaña presidencial de la alianza pero es simplemente porque se acaba de mudar una francesa a mi departamento, ergo, somos más, uno más. Al parecer, pronto, los que somos, nos mudaremos a un edificio un poco más lejos del centro pero con mejor mobiliario por el mismo precio, ya les contaré los detalles en otro post cuando se me acaben las historias cotidianas aunque hay bastante material para este, con otra dedicatoria de cumpleaños entre muchos etcéteras.

Última semana en el banco. Ya sé que vengo diciendo “última semana en el banco” hace como cuatro y siempre por una razón u otra termino quedándome un tiempo más en mi querido Westpac que tan bien me ha alimentado, vestido, comprado papel higiénico, dado masajes gratuitos los jueves, entre otras cosas que no se van a mencionar por la auto censura impuesta a mis escritos. Esta vez es definitiva. Ya empecé con esos rituales molestos de escribir las cartas de presentación que tienen que ser adaptadas a un rol específico; enaltecer todas las bondades que uno puede ofrecerle a una empresa, mandarse la parte, bah, pero hacerlo en una forma en la que no sea demasiado burda pero que llame la atención, en definitiva; un dolor de huevos. Quizá haya novedades más pronto de lo que imaginaba pero eso también lo dejaré en suspenso; incluso voy a usar puntos suspensivos para graficarlo, miren…

¿Recuerdan que yo les había dicho que soy una persona con suerte? Esto mi señora madre ya lo sabe porque me llamó justo para la ocasión, pero muchos de vosotros no. Resulta que el fin de semana, ahora con esto de estar en el futuro, cambios de hora y cambio de horario no estoy muy seguro qué día pero definitivamente el fin de semana yo cerré mi habitación con llave, agarré mi celular para tomar el ascensor hacia la plata baja y hablar con los chicos un buen rato. Como tengo algunos flatmates que son hispanos, es preferible alejarme del edificio por si siento la necesidad de hablar mal de ellos, ustedes entenderán. En definitiva, para qué hablar con los chicos si no es para saber cómo andan y despotricar contra la gente con la cual vivo ¿no? Son todos geniales pero mi intolerancia es más grande que las cualidades de muchas personas. Volviendo al tema, bajé en el elevador pero cuando estaba saliendo del artefacto dejé caer las llaves, tan meado por los perros que cayó JUSTO en la ranura que hay entre el ascensor y el piso. Es uno de esos momentos en los que te agarrás la cabeza y todos los insultos coloridos que uno puede pensar que existen en nuestro rico léxico rio platense salen juntitos, uno atrás del otro como en un tren de la alegría tragicómica. Es una anécdota más pero yo estaba prácticamente en pijamas, sin bañarme, sin mi billetera, sin llaves de mi cuarto donde todas mis pertenencias aguardaban plácidas ser rescatadas por un cerrajero. Afortunadamente el dueño del depto tenía otra copia y sólo tuve que cancelar una cena previamente programada por este pequeño retraso pero nada más grave que eso.

Yo me invento creencias para sobrellevar mi vida. Uno de los bastiones en mi sistema de creencias es el hecho que tener 60 años en 2010 es como tener 40 en 1980. Los 60´s son los nuevos 40. Los 50 son los nuevos 30´s los 40 son una edad enigma pero los 30 son definitivamente los nuevos 20 o incluso una adolescencia tardía. Es por eso que mi querido Profesor Fabio A. Piemonte puede ser considerado nada más y nada menos que un bebé con sus nuevos 26 años. Además, con esto de vivir en el futuro, no son realmente 26 años. Utilizando una aritmética complicadísima, restándole los kilómetros que tuvimos que hacer hasta el paraíso en avión, el día que perdimos, los años que le dedicamos a la facultad, entre otros pesares que nos fueron impuestos socialmente en nuestra plus cuan occidentales vidas, Fapiz podría tranquilamente cagarse encima y decía agó agó.

Feliz cumpleaños Pipi Lambfucker! Hasta el infinito y más allá… o por lo menos hasta la isla sur! (Lambfucker es el apellido neocelandés que tenemos Fede, Fabio y yo. Ustedes comprenderán que uno está obligado a inventarse nombres en todo grupo de amigos con una heráldica determinada, leyendas, batallas, etc. Nosotros, entonces somos los trillizos Lambfucker, de mayor a menos Pipi, Gigi y Fufu; separados por la adversidad de las tierras sureñas que se reencontrarán y dominarán el mundo… o lo que queda sin dominar. A su vez, cada uno tiene una doncella, conocidas como Laika Lambfucker, Kiki Lambfucker y Mamma aka Licenciada, Doctora, Arquitecta, etc Lambfucker. Muchos dicen que el apellido debería ser Sheepshagger pero a mí me gustaba más como suena Lambfucker).

Sin otro particular, les saludo muy especialmente,

Fufu Lambfucker, Licenciado Alejandro Roman-Fuster para los amigos.


P.D. en la foto, el Prof Pipi Lambfucker posando frente el muelle de Auckland.

jueves, 1 de abril de 2010

Paz en el Pacífico.


Acabo de terminarme el omelette más rico que comí en mi vida. Llegué a casa sin tener idea de qué iba a comer porque se me terminaron las milanesas de pescado que compro para la semana. Revolví la heladera y me encontré con unos huevos, un tomate, media zanahoria, un cuarto de queso que todavía tenía la etiqueta de “value” y muchos muchos champignones. Estuvo buenísimo, tanto, que llamé a los chicos para contarles pero los muy chantas no me atendieron el teléfono así que se los cuento a ustedes que si no me leen no me entero.

Hoy comienza mi fin de semana largo – felicidad – a partir de hoy nada de levantarme a las 6 de la mañana para ser el primero en ducharme y cocinar mi almuerzo para el trabajo, no señores, ocio, más ocio, rodar cuesta abajo por las praderas verdes del país mientras río fuerte juarajajaja juarajajá. Parece que en Nueva Zelanda hace muchísimos años mataron a un hombre y dos ladrones y a un conejo que tenía una gallina que ponía huevos de chocolate. El conejo era la pareja interracial de la gallina. La gallina se murió de tristeza cuando le mataron al conejo y el hermano gemelo del conejo (apellidado Depascuas) hizo todo lo posible para que nadie jamás lo olvide y te regala huevos de chocolate en su memoria. Es todo muy pintoresco, maorí y posmoderno a pesar de que la historia tiene 2010 años

Hablando en serio hoy fue un día gourmet. En la oficina no sé quién se iba definitivamente de inversiones y seguros (el equipo para el cual trabajo) y decidió comprar torta, helado, galletitas, queso Brie y Camembert, etc para festejar que no tenía que vernos más la cara. Fue genial. A la tarde pasaron también unas mozas con cosillas para tomar. Cuando llegué al trabajo tenía un cartelito en el escritorio que decía “el conejito de pascuas te ha dejado un regalo delicioso escondido en tu posición, encuéntralo”. Me pareció un poco fuerte tener que andar revolviendo mi escritorio para tener un pedacito de chocolate gratis. No me pueden dar el chocolate y ya, como en las sociedades latinas que no hacemos estas estupideces?

Cambio radical de tema. El 31 de abril de 2010 fue el cumpleaños de mi buenaventurado amigo Ger, quien me manda mails de apoyo y me tira buenas ondas desde el otro lado del mundo cada vez que tiene tiempo. Nos conocimos hace MUCHOS años, en la calle sarmiento mientras buscábamos entradas gratis en el suelo para entrar a un boliche (qué noventas!!) El estaba con Lucas (no vos, Lux, Lucas Álvarez) y yo había perdido a mis amigos que estaban adentro del lugar. Después nos volvimos a encontrar innumerables veces en el 106 y terminamos siendo inseparables amigos a pesar de que siempre insistía con calentar de más el café cuando iba a su casa o comer en su casa en vez de en Burger King. Su pasión por Alejandra Pizarnik y la literatura latinoamericana era muy exótica para un chico de 16 años en caballito y eso me caía muy bien. Él entiende más que nadie este viaje porque tuvo uno muy similar hace unos años. Siempre nos gusta recordar toda la gente que pasó por nuestra vida y nos reímos cuando bailamos música que a nadie más en Buenos Aires le gusta. O quizá sí, a Juliana (mandale un beso cuando la veas). Por tus insultos coloridos, tus recordatorios de bagres en nuestro repertorio que siempre retruco porque te conozco como vos me conocés a mí, Color Pastel Poesía, nuestro espíritu tan ibérico como imperialmente inglés, te digo: Sos groso Doblevé, feliz cumpleaños!

Ahora me tengo que poner crema en los testículos para que no se paspen de lo mucho que pienso rascarlos en estos 4 días. Yo sé que incluso si lo niegan y a pesar de seguramente no querer, después de leer esa frase una imagen poco atractiva pasó por su mente y cerraron los ojos, movieron la cara para un costado e hicieron una mueca con la boca. Es la magia de la literatura fantástica. Si fuera mejor escritor, los hubiera hecho vomitar.

PS: la foto es vieja, del primer mes en Auckland pero me divierte la cara de "me sacás una foto más y te hago un enema con la cámara" que tengo.

Les mando un abrazo grande.

Kia Ora,

Alejijou.