martes, 23 de febrero de 2010

Palabras más, palabras menos.




Son las 11:29 de la noche del lunes en Auckland. No tengo sueño porque dormí una siesta revitalizante cuando llegué de trabajar por lo que decidí ir a dar una vuelta. No puedo hablar con los chicos porque se levantarán muy temprano mañana y deben estar en el quinto sueño, saludando a Silvita y sus recomendaciones sobre el seguro médico (para entender este último comentario se deben leer los blogs de mis compañeros de viaje).Llegué a casa y había un tailandés durmiendo en uno de los sillones de la recepción ¿Por qué? No tengo idea. No me interesa demasiado mientras no vuelva a prender las luces que iluminan mi cuarto porque esta noche les juro que lo mato. El flaco me saluda 5 veces por día diciendo “hey man, how are you doing” con falso acento yanqui aprendido de Lost o Friends. Pasen 5 minutos o tres días desde la última vez que nos vemos, el pibe se pone en automático “hey man, how are you doing?”. Ando bien, como hace 5 minutos. No pasó nada que cambie mi estado de ánimo en los últimos segundos desde la última vez que me saludaste con la misma frase Joeyesca de levante que me pone un poco nervioso. Elisa, la francesa y Andrea, la colombiana, lo odian.

En la oficina el día estuvo demasiado tranquilo. Preocupantemente tranquilo. Yo me siento al lado de un londinense que habla con una papa en la boca y le entiendo la mitad de lo que dice. Lo bueno es que el resto del grupo le entiende aún menos. Las primeras veces me molestaba en preguntarle qué coños había dicho, ahora simplemente muevo la cabeza y sonrío y si noto una tonalidad interrogativa, respondo cualquier cosa relacionada al trabajo. El falco debe pensar que estoy loco pero no afecta mi salario lo que él piense. Mis amiguitos de la oficina son Farisha, originaria de Fiji, Yanishi, de Malasia y Paul, de Manchester. Fletcher que es Neozelandés también es copado pero se corta solo un poco. En Nueva Zelanda es ilegal preguntar la edad de un candidato a un trabajo, entonces, las edades varían muchísimo en el grupo . Los más jóvenes somos Matt, un yanqui de Vermont, Ross, el londinense papa-en-la-boca y yo. Todos los demás son más grandes. Lizzie, que es una señora que labura para el mismo team pero en otra sección tiene cerca de 70 años y una Hija de mi 35 viviendo en Londres.

Este fin de semana voy a ayudar a un amigo a mudarse y seguramente el viernes salga a comer con el Tío Martín. El sábado, por el año nuevo chino, que realmente fue la semana pasada, habrá un festival de luces en Albert Park (un volcán que convirtieron en parque a unas cuadras de casa).

Bueno, me tengo que ir a dormir así que trataré de escribir el jueves nuevamente para volver a darle ritmo a esta cosa.

Eso lo había escrito el lunes mientras no podía dormir, pero al tratar de subirlo al blog, la conexión estaba muy lenta por lo que me dio sueño y lo dejé para otro día. Hoy es miércoles y lo estoy subiendo. El martes el laburo estuvo un poquito más movidito pero hoy volvimos a caer en casi no hacer nada, salvo 5 minutos antes de irme, que me cayó una llamada de un matrimonio de 60 años que querían que les modifique el porcentaje de los impuestos que pagan por las ganancias de un fondo de inversión que se llama Kiwisaver. Lo hice y me fui 10 minutos después de mi horario de salida.

Hoy iba a salir porque me dijeron que había una fiesta bastante copada pero cuando llegué a casa, después de ordenar un poco el quilombo de mi habitación y hacerme la cena, la verdad, no tengo ganas de salir y dormir menos de 8 horas. Necesito mis ocho horas para estar tan lindo como pueden ver en las fotos.

No tengo idea qué fotos voy a subir a esta altura, el orden de las mimas en mi pc supongo que será un factor decisivo.

Saludos felices! Chocolates!

Kia Ora!

Alejín.

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