martes, 8 de diciembre de 2009

El "te voy a extrañar"


Últimamente encuentro muchas similitudes con la reacción de la gente frente a la noticia de una enfermedad terminal y un viaje largo. Un grupo considerable de personas no para de preguntarme a quién voy a extrañar, cuánto voy a extrañar y cómo voy a hacer para estar taaaaaaaaaan lejos de todos. También me miran con cara de perrito mojado cagado de hambre para pedirme que no me vaya o que vuelva en un año.
La buena noticia primero, es que no me voy a morir -salvo que se caiga el avión- y que estamos en el siglo XXI, con un nivel de conectividad casi absoluto. Todos mis amigos y toda mi familia tienen acceso a internet, skype, este blog, facebook y toda la bola, por lo que las distancias no son las mismas que hace 20 años.
Otra cosa a tener en cuenta es que nadie me puso un revólver en la cabeza y me obligará a pagar lo que estoy pagando para irme. No, es una elección que hice hace muchísimo tiempo pero recién ahora puedo cumplir. Es la concreción de una especie de sueño, se podría decir. Pero a buena parte de mis amistades les interesa mucho que yo me olvide de la felicidad que tengo por la concreción de ese sueño para que me empiece a poner melancólico mientras todavía esté en Buenos Aires. Esta vendría a ser la cagada a pedos generalizada por esas caras y esos planteos.
Volviendo al fin del blog, tengo que contar lo que hice últimamente: bueno, casi nada, realmente. Es maravilloso estar gradualmente cada día más al pedo. Fui a visitar tres veces a mi sobrina esta semana, llegó mi papá, visité amigos, fui a un par de fiestas. Cada tanto me despierto y le resto un día al conteo final. Es medio loco pensar que en 20 días me voy. No caigo todavía, creo. De pronto me lleno de ansiedad, pienso en todas las cosas que todavía tengo que hacer, después me acuerdo que algunas se tienen que hacer más adelante, me pongo nervioso, me vuelvo a calmar. Un loco de mierda, para resumirlo.
Lo bueno también es que estoy en una especie de etapa New Age, que mis amigos y compañeros de viaje detestan un poco pero que a mí me sirvió para dejar de fumar, no engordar y prepararme para la playa (wachi pancita chata voy a tener). Esta etapa New Age no viene sola, como casi todas las cosas que me hacen bien o creo que me hacen bien me gusta compartirlas con el resto del mundo, entonces, todo el día estoy repitiendo frases “iluminadas” como: ‘vos sos dueño de tus sentimientos y los podés cambiar si tenés ganas’; ‘sos tu mejor enemigo o tu mejor amigo, depende de vos’; ‘si lo hizo otra persona, también lo podés hacer vos’; etc. Con mis compañeros de viaje estoy a tres repeticiones de una trompada pero tengo las esperanzas de que les lleguen al corazón y las adopten como propias.
Lo malo del newagesismo que adopté y el haber dejado de fumar es que, como todo converso, soy un reverendo hincha pelotas. Ahora toso si alguien a menos de 300 metros prende un cigarrillo, o si hablan en forma negativa de sus planes o de las cosas. Realmente me saca pero por el mismo newagesismo que promuevo tengo que dejarlo pasar y sonreír. Sonreír mucho.
En la foto los tres viajeros. Que yo sea el único que salió relativamente bien en la foto no es casualidad. Después de todo, es MI blog, ¿no?

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